Enseñar a los los niños y adolescentes a decir no al tabaco
Todos los niños saben y experimentan que el tabaco es algo desagradable, prefieren que no se fume en su presencia y preferirían que sus padres no fumaran pero esto no les mantiene alejados del tabaco de forma indefinida. Tenemos que enseñarles estrategias para que puedan afrontar las situaciones de riesgo a las que los niños se van a ver expuestas y que pueden suponer el inicio del consumo.
La prevención del tabaquismo debe comenzar en la infancia con mensajes claros y comprensibles para los niños.
Todos los padres sean o no fumadores desean que sus hijos no prueben el tabaco y por supuesto que no se conviertan en fumadores, pero antes o después los niños o adolescentes van a coincidir con alguna persona de su círculo social que le ofrezca un cigarrillo, su decisión puede suponer el inicio en el tabaquismo. Es inevitable que los niños o adolescentes se vean expuestos a esa decisión, en ese momento saber decir no y vencer la presión va a ser crucial para mantenerse a salvo. Cuanto más contacto tenga el niño con personas que fuman (incluidas los padres) mayor va a ser la probabilidad de que el niño se convierta en fumador y cuando es un amigo cercano el que fuma el riesgo se multiplica por 10. Enseñar a los niños y adolescentes a decir no va a ser la única solución.
La educación para la prevención es esencial y hay que comenzar a hablar con ellos en la infancia. Sea consciente de que la media en el inicio en el consumo de tabaco y alcohol se sitúa en torno a los 13 años, lo que supone que muchos niños comienzan antes de esa edad.
Fomentar su autoestima es esencial, va a proteger a los niños ante la presión de los fumadores que puedan aparecer dentro de su grupo de iguales. Los niños construyen gran parte de su autoestima con los mensajes que reciben del entorno familiar así parte de la educación debería estar enfocada en hacer que el niño vea que es valioso y amado. Por otro lado trabajar la necesidad de aprobación va a ser otro aspecto esencial. Lo que los demás piensan sobre nosotros nos influye en menor o mayor medida y, la necesidad de agradar y caer bien al grupo de iguales puede favorecer el inicio del consumo. Fomentar la seguridad en sus hijos y la autoestima pueden ser decisivas para que diga no a las drogas. Con este objetivo usted puede hacer lo siguiente:
- Muestre interés y respeto por las experiencias, ideas y sentimientos de su hijo.
- Haga hincapié en lo que los niños hacen bien.
- Sea generoso en expresiones agradables con ellos.
- No pierda la oportunidad de animarle y dar valor ante aquellas situaciones en las que realicen algo bien.
- Muéstreles cariño y amor con palabras, juegos, caricias, besos.
- Proporcione oportunidades para interactuar con otros niños y adultos.
Recomendaciones generales para decir no.
- Mostrar las ventajas de decir no ante ciertas situaciones. Nos ayuda a expresar nuestros deseos, a no hacer cosas que no queremos hacer y a ser congruentes con nuestras creencias
- Enseñar a diferenciar entre las personas que respetan nuestras decisiones y aquellas que intentan manipularnos. Los buenos amigos respetan nuestras decisiones.
- Alentarle a estar con personas que respeten sus decisiones en lugar de personas que decidan por él.
Cómo decir no
Usted puede practicar con sus hijos escenificando situaciones en las que alguien le ofrece un cigarro, puede mostrarle como lo haría usted para que después el lo repita. Aquí van algunas opciones de respuesta:
- “No”
- “No quiero”
- “Paso…”.
- “No me apetece”
- «No me gusta»
- “No me gusta como huele, como sabe…”
- “No me gusta cómo me sienta”.
- “Me parece carísimo”, ”Con lo que cuesta prefiero ni probar”.
- “El aliento huele mal, la ropa huele fatal…”
- “Fumar esta pasado de moda”.
- “Haz lo que quieras yo también”.
- “Yo no te obligo a no fumar ¿no?”.
- “No voy a consumir porque tú quieras”.
- “Eres muy pesado, no sé cuantas veces te he dicho que NO”.